El naufragio de un barco de vapor, origen de la marcha procesional Virgen del Valle

Cofradías/Música
La Virgen del Valle, Dolorosa a la que está dedicada una de las composiciones míticas

Continuando con nuestro serial musical y, tras la Semana Santa en la que hemos tenido la oportunidad de escuchar algunas de las composiciones musicales que ya han sido analizadas en nuestro Universo Cofrade, procederemos a desgranar las curiosidades y aspectos más destacables de una de las marchas más interpretadas, conocidas y de una calidad destacable dentro del repertorio musical que acompañan a los diferentes pasos procesionales de nuestras respectivas hermandades y cofradías.

Hablamos de la marcha 'Virgen del Valle', de la que el pasado domingo día 7 de abril se han cumplido 115 años del estreno de la marcha que compusiera el músico sevillano Vicente Gómez-Zarzuela y Pérez. Nació en Sevilla, en la calle Jesús del Gran Poder, hijo de don Manuel Gómez-Zarzuela y González, natural de Arcos de la Frontera (Cádiz) y de doña Amparo Pérez y Fernández, natural de Coria del Río (Sevilla). Cursó estudios de violín en la academia de música del "Asilo de Mendicidad” San Fernando, bajo la dirección de Antonio Palatín y Manuel Font Fernández de la Herranz, que fue director de la Banda Municipal de Sevilla y padre de dos grandes de la música procesional: Manuel y José Font de Anta.

Su producción musical de carácter religioso consta de unas cincuenta obras, obra bastante extensa si se piensa que Vicente nunca se dedicó a la música profesionalmente de forma exclusiva, entendiendo con ello que obtuviera su sustento mediante el exclusivo ejercicio del oficio de músico. La composición más importante de su obra religiosa sin duda es la dedicada a la dolorosa de la Hermandad del Valle de Sevilla. Gómez-Zarzuela era hermano de la misma, de ahí que compusiera para su cofradía distintas coplas de culto, motetes para capilla y voces blancas como el antológico "Christus Factus Est" y varios “Stábat Mater”.

Durante su vinculación a su cofradía del Valle conocería al que a la postre seria uno de los mejores amigos dentro de la corporación del Jueves Santo Sevillano. Se trataba de Alberto Barrau Grande, Doctor en Derecho, ejercía como redactor del periódico El Porvenir, y era fiscal del Junta de gobierno de la hermandad. En el año 1.897, fallece su amigo Alberto Barrau al naufragar el "Vapor Aznalfarache" que había colisionado con el "Buque Torre del Oro" en un trágico accidente en el río, de ahí que al siguiente año, 1898, su gran amigo el Vicente Gómez-Zarzuela, cuando el compositor contaba con la edad de 28 años estrena dicha marcha, que ahora precisamente cumple 115 años de vida, la cual no suele faltar en ningún repertorio de música procesional de una banda de música.

La trágica muerte de su amigo le inspiró a componer la marcha "Virgen del Valle" como ofrenda a dicha Dolorosa. Virgen del Valle está dentro de las marchas más clásicas del género procesional. Fue estrenada en 1898 por la banda Granada 34, el 7 de abril de 1898, y su partitura está en el Palacio Real desde que el rey Alfonso XIII la solicitara. En un principio, el autor la tituló "Marcha Lenta", pero con el tiempo tomó el nombre de "Virgen del Valle", en memoria de su amigo desaparecido que solía cantar en los cultos de la hermandad del Jueves Santo.

La marcha fúnebre está inspirada en aquellas coplas que cantaba Barrau en honor de la bellísima Virgen del Valle, y concebida para interpretarla a piano, hasta que Manuel Font Fernández de la Herranz decidió instrumentarla para banda de música, versión que hoy conocemos y que disfrutamos enormemente con su sonoridad. Esta marcha fue versionada por García Abril para orquesta, obteniendo un magnífico resultado, transcribiéndose posteriormente para banda. Sin duda es una de las seis o siete piezas clásicas del género.

Nos encontramos ante una de las piezas de una sensibilidad exquisita e irrepetible. Su belleza musical le llevó a que con el paso de los años fuera registrada fonográficamente en el archivo musical del Palacio Real de Madrid, a requerimientos de Alfonso XIII, y posteriormente se hizo lo propio en el archivo de la Santa Sede en Ciudad del Vaticano. A la hora de desgranar los aspectos técnicos de la marcha nos encontramos con una introducción construida como un diálogo entre metales graves. El primer tema fluye con una dulzura exquisita caracterizado por un suave cromatismo y el rítmico acompañamiento, a pesar de su carácter doloroso y fúnebre, aportando un gran dinamismo. Un crescendo intensísimo conduce a la reposición del primer tema, que concluye con un acorde seco similar a los de la introducción.  El segundo tema refleja una atmósfera más sosegada, casi optimista, pero, tras un crescendo da paso a un tercer tema de un extraordinario dramatismo, especialmente hacia el final, hasta culminar nuevamente en un poderoso acorde. La marcha se extingue con la simulación de un corazón que poco a poco va dejando de latir, como en un susurro, simulando de la misma forma el ruido de motor del "Vapor Aznalfarache" antes de naufragar y provocar la muerte de su amigo.

Vicente Gómez-Zarzuela y Pérez, se traslada finalmente en 1944 con su familia a nuestra provincia, concretamente al pueblo de su madre, Arcos de la Frontera, donde compuso un Ave María a su patrona y la marcha "Saeta". Como curiosidad resaltar que la Banda Municipal de Arcos lleva su nombre. “Virgen del Valle”, una de las obras de la Semana Santa con más arraigo popular y sin la cual no se podría entender esta forma personal e intransferible de vivir la Pasión de Cristo en Andalucía.